La arquitectura moderna apunta a que las personas disfruten de lugares y ambientes estéticamente llamativos y funcionales.
La arquitectura es una disciplina al servicio de la sociedad, por ello se debe conocer en todo momento sus cambiantes y evolutivas demandas para poder ofrecerle soluciones específicas y concretas, que la acompañen y ayuden en su necesario progreso, desarrollo y bienestar.
En el comportamiento humano encontramos muchas constantes que no cambian. Pero hay un aspecto que está en curso de rápida evolución: la relación entre el hombre y el espacio total, universal.
Para dar solución al aspecto de rápida evolución ya indicado, es necesario que los arquitectos urbanistas puedan dar al hombre la posibilidad de expresar su derecho al arte de una vida personal, por medio del volumen construido.
Los elementos necesarios para conseguirlo son simples: los muros, los techos, las puertas, las escaleras, los ascensores, los materiales y el equipamiento técnico, pero son las relaciones entre las cosas las que crean el estilo.
Con el agrupamiento de estos elementos se puede estimular al hombre a relacionarse con la luz, el horizonte, el entorno , los espacios. Todo hombre tiene derecho a afrontar el fenómeno que se llama la vida total y con el volumen construido lo puede lograr. Ahí reside la función de la arquitectura y del urbanismo para el desarrollo de la nueva sociedad.
Y, es que la sociedad le demanda hoy al arquitecto que sus proyectos no sólo beneficien a su cliente, sino de alguna forma directa o indirecta a la sociedad en general.
Hay que tener en cuenta que los individuos de la sociedad actual están cada vez más informados de sus derechos, de la responsabilidad de las empresas frente al medio ambiente y de que son capaces de moldear su propio entorno mediante la presión a políticos y con la ayuda de los medios de comunicación. Las tendencias o los proyectos arquitectónicos exitosos en este sentido, proyectos abrazados, admirados y valorados por la sociedad, deben ser un modelo a analizar para todos los arquitectos antes de iniciar un nuevo proyecto arquitectónico.