El acero es uno de los materiales más reciclables del mundo. Su correcto proceso de reutilización es de gran importancia para el sector económico y beneficia a la conservación del ecosistema.
Podemos ver la utilidad de este proceso en el ahorro significativo de minerales que se utilizan para la creación del acero. Una tonelada de acero reciclado puede economizar hasta 1.100 kg de hierro y 630 kg de carbón, previniendo de esta forma la contaminación del medio ambiente.
La ductilidad, maleabilidad y resistencia que posee lo vuelve un material que siempre se podrá reciclar, es así como un tubo de acero puede transformarse fácilmente en parte de una nueva construcción, un auto o una lata de comida conservada.
Una de las ventajas de trabajar con acero inoxidable es la permanencia de sus propiedades incluso después del proceso de reciclado. Este tipo de acero se implementa principalmente en la construcción, transporte y producción de alimentos.
Acesco, manteniendo su compromiso con el medio ambiente y su conservación ecológica, trabaja con acero de altos estándares de calidad para facilitar su posterior reutilización.
