Al hablar de temas medioambientales, estas dos palabras salen a relucir. Quizá más de una vez te preguntaste cuál es la diferencia entre ambas o hasta hoy, pensabas que eran exactamente lo mismo. Hoy te explicamos por qué no debes utilizarlas como sinónimos.
Lo sustentable pertenece a un sistema endógeno: se aplica a la argumentación para explicar razones o tener motivos para defender una causa determinada.
El término aparece como una forma de proteger los recursos naturales, donde no es necesaria la intervención humana. Un claro ejemplo de esto son los carros eléctricos, que funcionan con energía solar o eólica.
Por otro lado, lo sostenible hace referencia a “sostener”, lo que implica que alguien o algo externo lo ayude a sobrevivir en el tiempo.
En el ámbito habitacional, un ejemplo podrían ser viviendas prefabricadas que alcanzan el punto de “carbono positivo” debido a su ahorro energético, a los materiales utilizados o a ciertas instalaciones que disminuyan la emisión de CO2.
Así que la próxima vez que debas usar una de las dos palabras, recuerda que una se enfoca en la intervención humana, mientras que la otra tiene una idea de autosuficiencia.
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